martes, 17 de marzo de 2015

Liceístas

Caracas. 5:30 p.m. Marea azul y beige. Me mezclo entre la multitud cómo si tuviese dieciséis años.
"Mami". Y una lata. "Papi". Y un jamón. Reggaetón a todo volumen. Manos traviesas... 
Sin pudor y sin temor a Dios. Lentes de sol y camisa por fuera. Exceso de maquillaje. Zapatos de colores y neuronas en cero. 
¿Amor? No creo.
¿Sexo? Seguro (no es sinónimo de protección).
¿Inocencia? No se asoma.
Sucios papelitos que decían cosas como: me gustas. 
Sucios pero algo inocentes. 
Ya no existen papelitos, ahora es whatsapp. 
Ya no es matinée, ahora es la party. 
"Relájate y peínate".
Me reí pensando en el terror que daba llegar a primera base.
Estos adolescentes de ahora van directo a home.
Recordé mis quince y mi segundo playstation.
Ellos tendrán quince o menos y hablan de su primera vez.
¿Cuántos de ellos jugarán aún con juguetes o videojuegos?
Crucé la calle y sonreí pensando en los que me aguardan en casa. Esos peluches o juguetes que con sólo tocarlos me hacen reencontrarme con mi inocencia.
A veces es mejor no crecer y también no saber nada. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario