lunes, 22 de febrero de 2016

¿Es cierto que los alquimistas buscaban una piedra mágica?


La alquimia es una antigua mezcla de química y magia. Los alquimistas intentaban crear oro a partir de metales valiosos, y preparar una pócima que curara todos los males y diera la inmortalidad. 

Los orígenes de la alquimia se sitúan en el mundo árabe. El hombre deriva del término árabe al-kimya, del que también proviene la palabra "química". No obstante, algunos historiadores sostienen que la raíz de este término árabe es Khmya, que en griego antiguo significa "Egipto". Creen que pudieron existir alquimistas egipcios muchos antes de que el mundo árabe empezara a practicar este arte. En cualquier caso, la alquimia se extendió a todo el mundo, incluyendo China y la India. 

La tendencia es a pensar en los alquimistas como personas avaras y codiciosas, obsesionadas con la riqueza y la inmortalidad. No obstante, algunos sostienen que su trabajo sentó las bases de la química moderna. Y es cierto que algunos científicos auténticos estudiaron alquimia. Sir Isaac Newton, físico y matemático, escribió mucho sobre el tema, pero, siguiendo la tradición, mantenía sus experimentos de alquimia en secreto, e incluso, en cierto momento, instó a otro alquimista a mantener un profundo silencio sobre su trabajo. 


La metrópolis de la Alquimia

A finales del siglo XVI, dos emperadores contrataron a los mejores alquimistas del mundo para trabajar en Praga, en la actual República Checa. Con esto la ciudad se ganó el sobrenombre de "la metrópolis de la alquimia". Sin embargo, los emperadores pueden ser caprichosos. Cuando un alquimista británico, Edward Kelley, no accedió a revelar información sobre el proceso de la creación de oro, lo encerraron en una mazmorra. Ni siquiera los esfuerzos de Isabel I, reina de Gran Bretaña, lograron su libertad. Murió intentado fugarse. 

Naturalmente, hubo muchos fraudes. Se cuenta que en aquella época llegó a Praga un desconocido proveniente de Arabia, e invitó a los hombres más ricos de la ciudad a un banquete, prometiéndoles que les multiplicaría el oro que llevaran. Tras reunir el oro, preparó una mezcla de sustancias químicas y extraños ingredientes, como cáscaras de huevo y estiércol de caballo. Aquella mezcla resultó ser una bomba fétida que permitió al charlatán huir con el oro. 

En otro post conoceremos más sobre los alquimistas y la codiciada piedra conocida como la Piedra Filosofal. 

Fuente: libro Los mágicos mundos de Harry Potter de David Colbert. 




No hay comentarios:

Publicar un comentario